|
A previously unknown hybrid species—the mysterious ancestor of the
modern European bison. This art appears in the Marsoulas cave in
Haute-Garonne, France. (Image: Carole Fritz) |
By combining archaeological, paleontological, and genetic evidence,
an international team of researchers has identified a previously unknown
hybrid species that contains both bison and cattle DNA. The discovery
solves a longstanding mystery about the origins of modern European
bison.
A
new paper published in
Nature Communications
serves as an excellent case study in how several different disciplines
can be brought together to solve a complex scientific problem—and how
the work of ancient humans can be brought in to help. Owing to a dearth
of fossils, paleontologists have struggled to understand the origins of
the modern European bison, one of just a few large land mammals to
survive the late Pleistocene extinctions at the end of the last Ice Age
some 11,000 years ago.
By analyzing the ancient genomes of 64
bison, and cross-referencing these findings with ancient European cave
art and radiocarbon-dated bones, researchers have shown that a new
species of bison appeared around 120,000 years ago. This event was an
unexpected product of the interbreeding between the now-extinct Steppe
bison and the aurochs, an ancestor of modern cattle. [...]
gizmodo.com /
Link 2
Actualización:
Descubren los orígenes del bisonte europeo a través de ADN y arte rupestre - La Razón
La datación por radiocarbono demostró que esta "misteriosa especie" fue
la dominante en Europa durante miles de años en varios periodos, pero
también lo alternó durante espacios de tiempo con el bisonte estepario,
considerado hasta ahora como el único presente al final de la Edad de
Hielo en el continente.
EFE /
El bisonte europeo
moderno apareció en el continente hace unos 120.000 años tras un proceso
de hibridación entre el extinto bisonte estepario y los antepasados de
los actuales bovinos, revela un estudio publicado este martes por la
revista Nature.
La
investigación, liderada por expertos de la Universidad de Adelaida
(Australia), llegó a esa conclusión tras comparar pruebas obtenidas del
ADN de fósiles antiguos y el arte rupestre creado por humanos hace más
de 15.000 años.
Esta
"misteriosa especie" ha sido bautizada por los autores como el "bisonte
de Higgs", en referencia al esquivo "bosón de Higgs" o "partícula de
Dios", descubierto, por fin, en 2012 en el Centro Europeo de Física de
Partículas (CERN).
"La
constatación de que un proceso de hibridación desembocó en la creación
de una especie totalmente nueva fue una gran sorpresa, ya que esto no
debería ocurrir realmente en mamíferos. Las señales genéticas obtenidas
de huesos antiguos de bisontes eran muy extrañas, pero no estábamos
seguros de que esta especie existió. Por eso lo denominamos 'Bisonte de
Higgs'", explicó Alan Cooper, de la Universidad de Adelaida.
Hasta ahora, los orígenes del bisonte europeo, diferente respecto a su
pariente americano, han estado rodeados de misterio debido la falta de
continuidad en los registros de fósiles.
No obstante, los autores de este estudio han logrado determinar con
precisión el proceso evolutivo del bisonte europeo al relacionar las
pruebas genéticas disponibles con el citado arte rupestre.
Los registros fósiles más antiguos demuestran la existencia en Europa
de dos grandes especies de bovinos: el uro, un bóvido salvaje muy
parecido al toro, pero de mayor tamaño; y el bisonte estepario.
La extinción del bisonte estepario hace unos 11.700 años dio paso a la
aparición, supuestamente repentina, del bisonte europeo, pero la citada
discontinuidad en el registro de fósiles había aportado, de momento, muy
poca información a los investigadores sobre sus orígenes evolutivos.
A través del análisis del genoma de restos de 64 bisontes obtenidos en
cuevas de Europa, los Urales y el Cáucaso, los expertos de la
Universidad de Adelaida, junto a colegas estadounidenses y europeos,
establecieron que el bisonte europeo moderno apareció en el continente
hace unos 120.000 años por la hibridación entre el estepario y el uro.
Además, observaron que el arte rupestre documentó los cambios en el
aspecto de los bóvidos, que coinciden con la aparición del bisonte
europeo moderno.
Las
pinturas con más de 18.000 años de antigüedad, explican, representaban
animales con largos cuernos y grandes cuartos delanteros, similares a
los bisontes americanos, que también podrían descender del estepario.
Por contra, los dibujos más recientes, aquellos con un antigüedad de
entre 12.000 y 17.000 años, describen a unos bóvidos con cuernos más
cortos y jorobas menos pronunciadas, más parecidos a los bisontes
europeos modernos.
La
datación por radiocarbono demostró que esta "misteriosa especie" fue la
dominante en Europa durante miles de años en varios periodos, pero
también lo alternó durante espacios de tiempo con el bisonte estepario,
considerado hasta ahora como el único presente al final de la Edad de
Hielo en el continente.
"Los huesos datados revelaron que nuestra nueva especie y el bisonte
estepario se alternaron el dominio en el Europa varias veces,
coincidiendo con grandes cambios medioambientales provocados por cambios
climáticos, aporta Julien Soubrier, de la Universidad de Adelaida.
"Los investigadores franceses nos confirmaron que hubo realmente dos
tipos diferentes de arte sobre bisontes en las cuevas de la Edad del
Hielo y que su antigüedad coincide. No hubiésemos imaginado nunca que
los artistas rupestres pintaron amablemente para nosotros a ambas
especies", concluye el experto.